lunes, 20 de diciembre de 2010

La unidad… ¿para la derrota?

Por Luis Gárate
20-12-10

La desacreditada política peruana sufre en esta etapa electoral de una gran dispersión. Los candidatos de la derecha encabezan la lista de variados personajes, entre socios de grandes intereses privados, ex ministros y un ex presidente, mientras que la izquierda ha terminado por lanzarse al ruedo dispersa.

En esta carrera los partidos y movimientos tejen y encabezan sus alianzas con figuras carismáticas, más que unificarse en torno a importantes afinidades ideológicas o propuestas programáticas. Por la derecha los acomodos se dan en tanto diversos sectores políticos y empresariales buscan asegurar la continuidad del modelo neoliberal.

Por al lado izquierdo la dispersión se da por una falta de concesiones y, en menor medida, por diferencias programáticas. Por un lado una candidatura que ya estaba definida desde su participación en los comicios del 2006, la del comandante Ollanta Humala. Es quizás la más clara en su programa de cambios, pero Humala no asumió la tarea de construir un proceso político social amplio y unitario durante los 5 años que ha tenido entre las dos elecciones.

Humala se lanza con el membrete de Gana Perú, y a su proyecto ahora se suman algunos dirigentes de los menguados Partidos Socialista y del Partido Comunista- Unidad, así como de movimientos regionales. Su programa sigue siendo nacionalista, de un capitalismo “nacional” y con un rediseño constitucional.

La recién confirmada candidatura del embajador Manuel Rodríguez Cuadros llega con tropiezos. Tras haber formado una alianza electoral con el Movimiento Nueva Izquierda, y en alianza política con Tierra y Libertad y Lima para todos, una fulminante carta de la lideresa de FS Susana Villarán, las presiones de la prensa y de un sector interno, han decidido dejar sin efecto esa unidad para ir solos. Una apuesta peligrosa sin duda, pues Villarán considera que su victoria en Lima se debe centralmente a ella y no al proceso unitario que se conformó tras su figura.

En los últimos días FS, empezando por la misma Susana Villarán y el embajador Rodríguez Cuadros, han enfatizado su distinción como la “centroizquierda”, la izquierda “moderna”, señalando que apuestan por seguir la economía de mercado, y en clara alusión al nacionalismo y el MNI, se distancian de apuestas “radicales”, es decir que revisen la constitución o los impuestos a las sobreganancias mineras.

En otro frente está Alberto Pizango, el líder de la AIDESEP, la organización que agremia a las principales comunidades nativas de nuestra amazonía. A Pizango se le reconoce su papel en las luchas contra los decretos antiamazónicos de 2009, sin embargo su candidatura no cuenta con el aval representativo de AIDESEP ni con movimientos sociales de importancia. Primero anunció que seria candidato por el partido Fonavista, que no tiene otro mérito que haberse organizado en torno al referéndum devolutorio. Ahora los fonavistas anuncian que su candidato sería el bienintencionado decano del Colegio de abogados de Lima, Don Ñique de la Puente.

En estas elecciones, copada de candidaturas del continuismo (derecha y “centro”), y la mafia fujimorista, una candidatura unitaria del cambio implicaba una propuesta de ruptura. Una ruptura con el modelo no es el retorno del “populismo estatista” como acusan algunos, de nacionalización de toda la economía, pero si, a través de una nueva Constitución política, darle un rol promotor y regulador al Estado, uno reformado, con un nuevo servicio público, que use los recursos de manera eficaz, que asigne los recursos a los sectores más vulnerables, que eleve la calidad de los servicios de salud y educación, y que lo haga con transparencia. Que cobre los impuestos de manera efectiva y en la escala de ingresos, que promueva a las MYPES y facilite la iniciativa privada nacional, defendiendo también los derechos de los trabajadores.

Nuestra izquierda no ha sido capaz de ponerse de acuerdo en ese programa, y más bien han primado las consideraciones de líderes y candidatos naturales, de espíritu de grupo, la negociación de cúpulas. El nacionalismo tenía la posibliidad de liderar el proceso, pero antepuso sus condiciones para llegar a un acuerdo con la izquierda inscrita: el MNI.

Los zurdos jugaron también su partido. Los principales líderes históricos de la izquierda no parecen haber asumido a cabalidad sus errores. Repiten las taras de los 80 y del 2006. Ahora algunos aparecen ubicados en la lista nacionalista, los otros se atrincheran en sus membretes para ver que les llegue su turno. Lo cierto es que este reciente descalabro no hace más que confirmar que los actuales dirigentes no han promovido un nuevo liderazgo que muestre el verdadero sentido de continuidad y renovación, que no deje de furgón de cola a la izquierda, sino le de un perfil, un discurso y figuras propias.

La unidad no es una quimera. Es una estrategia para lograr alcanzar el gobierno, para configurar una correlación de fuerzas para un cambio. Es ahora, que la inscripción legal de los grupos zurdos en carrera peligra más que nunca ante su estrechez de mirada, que debemos poner sobre la mesa nuevamente la renovación y la conformación de un nuevo sujeto que represente a las corrientes de izquierda, que anteponga los principios y el programa antes que el inmediatismo electoral. Por ahora, todo indica que el nacionalismo será la opción del cambio.

lunes, 29 de noviembre de 2010

Cambalache electoral


La derecha se desespera y la izquierda no se une

Por Luis Gárate

29-11-10


La cercanía de las elecciones generales del 2011 está produciendo todo tipo de acercamientos políticos. Es que con tal de llegar a la llamada casa de Pizarro, los variopintos personajes de la política peruana juegan todas sus cartas y tejen todo tipo de relaciones.


Nos llama mucho la atención la manera en que en este juego la derecha busca concentrar sus fuerzas, jugando a alternativas muy pegadas al libreto neoliberal. Por un lado la reciente candidatura armada por el PPC y por Alianza para el Progreso, Partido Humanista y Restauración Nacional. La encabeza Pedro Pablo Kuczynski, el ciudadano norteamericano-peruano que ha pasado por decenas de cargos en el Estado y se caracteriza por su defensa de intereses privados antes que los intereses públicos.


Los acompañantes de PPK son el PPC, el partido que se resistió a reconocer el triunfo de Susana en Lima y vinculado a Cataño; APP el partido del millonario Acuña, que maneja su organización al estilo de una empresa y parece consolidarse en la costa norte; el PH que solo parece existir alrededor de la figura de Yehude Simon y Restauración Nacional, que gira en torno al conservador pastor Humberto Lay.


Por su lado el Apra no se queda atrás en la radical lógica alanista del “perro del hortelano”. Con la reciente ratificación de la candidatura de Mechita Aráoz, ponen a la cabeza a una preclara exponente de la ortodoxia del libre mercado y los TLC. Peor aún, Jorge del Castillo sale orondo a decir que están conversando una alianza con Rafael Rey, el ex ministro de defensa y caballero ultraconservador del Opus, y con Siempre Unidos, el grupo liderado por el fujimorista alcalde de los Olivos, Felipe Castillo, y que está acumulando fuerzas en los distritos de Lima norte. Ni el histórico Armando Villanueva, que se sigue llamando de “izquierda democrática, ha faltado al saludo a Mechita. Algo que encuentra aval en las permanentes oscilaciones ideológicas del aprismo.


Por su lado están las candidaturas de Toledo, con la adhesión rechazada de Popy Olivera, la de Somos Perú, y en conversaciones con Acción Popular. En otra esquina está la candidata fujimorista de Keiko, que sabemos bien es la búsqueda del retorno de la impunidad y la amnistía al “chino”.


De esta manera el APRA se corre más a la derecha y el PPC, por presión de la misma Lourdes Flores, deja de lado del mudo Luis Castañeda para ir con el PPK. Castañeda sabe bien que su plaza electoral se asienta en Lima, más no en provincias a donde llega a las justas gracias a su negocio de los Hospitales de la Solidaridad.


Por el lado izquierdo pareciera que se abren dos espectros. Por un lado la candidatura de Ollanta Humala por el PNP, que plantea una unidad programática, pero por razones no claras parece no entenderse con la izquierda. Otras fuerzas como el MNI que plantean la unidad de todos, pasando por Fuerza Social, Tierra y Libertad y el nacionalismo. El MNI ya firmó una alianza con los Fonavistas y conversa también con Alberto Pizango. Por su lado, Fuerza Social cerró toda posibilidad de alianza con el PNP. Se ponen a los candidatos por encima del programa, por eso desde FS se barajan las candidaturas del ahora cuestionado Nano Guerra, del embajador Rodríguez Cuadros y del padre Marco Arana. Lo cierto es que no sonará muy bien a los votantes que buscan el cambio, el tener dos o más candidaturas progresistas.


Una cosa si está clara. No se trata de una disputa entre capitalistas y comunistas, ni entre liberales y socialistas. Son todas candidaturas que plantean seguir en el sistema, en las reglas de la democracia representativa y el capitalismo, con la diferencia que unas quieren seguir con las cosas como están y con el “chorreo” neoliberal, mientras otras se plantean unas reglas de juego para un capitalismo más “nacional” y más redistributivo. Dejemos claro eso, ante el burdo intento de los grupos de poder y sus medios de poner la cosa entre los pro-sistema y anti-sistema. Se trata del cambio o la continuidad del modelo.


¿Tendrán posibilidades las eventuales candidaturas cuestionadoras del orden imperante? Difícil predecirlo, pero si combinan una fuerza nacional, unitaria y una candidatura que recoja las ánimos descentralistas de las provincias, que promueva el empleo con derechos, con justa redistribución de riquezas, con derechos ambientales y a las consultas ciudadanas, tendrán mejores posibilidades que las desesperadas candidaturas de la derecha.

miércoles, 3 de noviembre de 2010

Mechita de mis ensueños


Terminada la fiesta criolla, el Apra lanza a su candidata neoliberal

Por Luis Gárate

03-11-10

Los coqueteos del Apra con la derecha no son ninguna novedad. Lo saben bien los viejos que vieron las traiciones de la dirigencia aprista a sus militantes más consecuentes que intentaron –hasta entregar la vida- llevar a cabo el programa del “partido del pueblo” en sucesos como la rebelión de Trujillo en 1932 y la del Callao en 1948.

La reciente proclamación de Mercedes Araóz como candidata presidencial de Apra es la última perla. No haremos toda una relación histórica de las jugarretas políticas del aprismo en la variopinta historia política peruana. Basta mencionar las más recientes, en las que juntaron a perro, pericote y gato -como solo ellos lo saben hacer- para poder asegurar el control de la mesa directiva y de las mayorías en el Congreso.

Sabemos bien que para asegurar la victoria de Alan, el Apra no tardó en tranzar con los grupos de poder, expresados entre otros en las dos vicepresidencias que le concedieron al fujimorismo más recalcitrante. Poner el marino Giampietri y a la señora Del Solar, que han demostrado ser figuras decorativas, era un mensaje claro a la derecha peruana para decirle que ellos si podían parar el “amenazante” avance electoral de Humala en el 2006.

Y fue mucho más allá. Olvidando todas sus promesas del “cambio responsable” y por supuesto el programa aprista, el gobierno de García inauguró en su nuevo espacio y tiempo su neoliberalismo extremo, ilustrado en la doctrina del “perro del hortelano”. Justamente por eso ahora García premia a la que ha sido una de sus mas fervorosas abanderadas, la ahora candidata presidencial aprista, Mechita Araóz.

De Mechita sabíamos que era una dedicada profesora de la Universidad del Pacífico, conocida consultora internacional, que ha pasado por instituciones multilaterales, entre otros aciertos académicos. La veíamos paseándose varias veces a la semana pontificando sobre las virtudes del libre mercado en el programita que Aldo Mariátegui en el cable y por varias entrevistas en la prensa en su calidad de “técnica”, como a ella le gusta autodenominarse.

Ya conocemos muy bien ese cuento de los “técnicos” –recordemos sino a PPK en la última campaña del “miedo de los mercados” contra Susana- que se pintan como neutrales, para así blanquear su clara opción ideológica. Es que para ellos ideológico es sinónimo de trasnochado, de fracasado, de caviarismo o zurdismo.

Por eso insisten tanto, como lo sigue haciendo Mechita, en presentarse como buenos “técnicos” y “asesores” al mismo estilo de Fujimori. No son políticos, sino “buenos” ejecutores. A estas alturas del partido, ya sabemos bien por donde van muchos de estos supuestos independientes. Son los mejores ejecutores de los planes de terceros, de los grandes lobbystas y de las jugadas de grandes poderes extranjeros. Son más papistas que el Papa, y harán todo lo que esté a su alcance cuando se trate de aplicar la ortodoxia teórica del Consenso de Washington o el FMI.

Mechita no se caracteriza precisamente por su ponderación, sino por sus exabruptos y por su cerrada defensa, no solo de sus posiciones pro mercado, sino también de haber provocado incidentes hasta internacionales. No dudó en pelearse con el gobierno de Rafael Correa y el de Evo Morales por sus medidas progresistas, así como tampoco de echar más leña al fuego en conflictos como en el Cusco cuando fue ministra de turismo, o su defensa radical del TLC que terminó en los trágicos sucesos de Bagua.

Pero Mechita Araóz claramente es una más del espectro derecho. El Apra y Mechita juegan a encabezar una derecha que está en búsqueda del candidato que siga el modelo, que no sabe bien si apostar por Castañeda, que parece desinflarse, por Keiko, que es el retorno de la mafia, o por Toledo, que es muy incierto. Mientras tanto Mechita asegura que ella continuará lo bueno pero ahora con "rostro social". Cómo será eso, porque dice que seguirá los “20 años de exitoso modelo económico” que justamente han generado tanta desigualdad. Pero Mechita no se preocupa, por eso agradece “la buena y didáctica” recepción que le está dando la prensa.

Fueron Jorgito del Castillo, implicado en las turbulencias de los petroaudios, y Omar Quezada, implicado en los tristes casos de Cofopri, los que lanzaron la “precandidatura” presidencial de Mechita por el partido de la estrella. Vaya acreditación. A estas alturas solo nos queda hacer un llamado –aunque con pocas esperanzas- a los apristas decentes que puedan quedar entre los escombros de su mellada y vapuleada doctrina, para que traten de recuperar la dignidad de sus propuestas progresistas originarias, y no se dejen pisotear por los desvaríos del presidente y el gobierno de los faenones, los negociados y las cachetadas.

sábado, 23 de octubre de 2010

Proceso electoral y renovación


Por Luis Gárate*

23-10-10

La discusión abierta sobre los próximos comicios generales de 2011 y el segundo encuentro de las izquierdas en Lima, han puesto nuevamente sobre la mesa la importancia de delinear la manera en que la izquierda peruana se va a unificar y consolidar, más allá de la perspectiva electoral inmediata.

No cabe duda que el reciente proceso de la confluencia que encabezó Susana Villarán en Lima, así como algunas otras experiencias unitarias en provincias como Cajamarca o Junín nos muestran la importancia de la unidad de las fuerzas populares. Pero también nos revelan que la dinámica de estas elecciones regionales y locales está marcada por la fuerza y carisma de los candidatos, más que los programas o las identidades partidarias.

Hablamos también de la renovación, puesto que vemos con preocupación que aún nuestra izquierda y una parte importante de sus voceros y líderes no dan aún el salto que se necesita para asegurar que en el caso de ganar un gobierno, ya sea este local, regional o incluso nacional, se pueda asegurar la capacidad y la eficiencia en la gestión.

Vemos que gran parte del debate gira en torno a las personas que serán los “candidatos naturales”, a las personas que serán los “dirigentes”, a la mayor o menor “radicalidad” de los discursos, dejando en segundo plano la importancia de la discusión de un programa común y la formación de los equipos que puedan asegurar y garantizar una gestión de gobierno.

Echemos un vistazo a los casos de fuerzas políticas con más experiencia acumulada, que han asegurado sus avances electorales en gran medida debido a sus exitosas experiencias de gobiernos federales, regionales y locales. Tal es el caso del Partido de los Trabajadores del Brasil, el Frente Amplio en El Uruguay, el Frente Farabundo Martí en El Salvador, entre otros, que destacan por su acumulación de gestiones con programas sociales eficientes, altos grados de participación ciudadana y transparencia.

En este sentido cobra vital importancia el concentrarnos en asegurar la victoria de Fuerza Social y la confluencia en Lima -que se ve apañada por burdas maniobras políticas y legales del gobierno aprista y la derecha- y de asegurar también la conformación de buenos equipos de gobierno, en casos como el gobierno regional de Cajamarca, el gobierno regional de Junín y otros donde exista una presencia importante de militantes de izquierdas.

El reto es grande, pues podemos ver desde ya como las clases dominantes y los grupos de poder tradicional están haciendo todo lo posible por evitar el éxito de las fuerzas del cambio, y estamos seguros que seguirán en esa línea para generar todas las trabas políticas y las argucias legales para buscar que las gestiones progresistas sean un fracaso, como es el caso de los recortes presupuestales.

Por eso nuestro hincapié en la renovación, no entendida como confrontación generacional o “los viejos a la tumba” -al decir de Gonzáles Prada- sino como una urgente renovación de estilos y cuadros en la perspectiva de asegurar el buen gobierno y de ir sentando las bases de un proyecto nacional de largo alcance.

Nos queda claro que en esta coyuntura la unidad de todas las fuerzas -las de izquierda, nacionalistas y progresistas- en una lista o frente electoral para las elecciones presidenciales, se avizora muy difícil, pues priman estilos caudillistas, de cuotas y miradas cortoplacistas que nos impiden conformar un proyecto sólido de transformación social.

Es necesario preguntarnos por qué el acento en la renovación. Pues porque haciendo una mirada retrospectiva de las gestiones de izquierda peruana en los años 80 y 90, así como en algunas más recientes, encontramos que hubo aciertos, pero también graves deficiencias. Casos de gobiernos regionales y locales, donde lamentablemente se apreció que hay una clamorosa falta de cuadros preparados y en las que se reproducen los vicios del sistema como la corrupción, el burocratismo y el estilo administrativo, sin haber creado las bases de una ruptura con el estilo patrimonial e improvisado de la política peruana.

Es en este escenario, en el que los jóvenes militantes, simpatizantes y amigos de los partidos y colectivos hemos confluido en los procesos unitarios de Lima y del país, que nos debemos integrar y acompañar con fuerza a las gestiones de gobierno ganadas, y juntos iniciemos el proceso de formación política y programática necesarias para afrontar el gran reto de darle al Perú una alternativa frente al estilo tradicional y al neoliberalismo. Una propuesta que garantice democracia participativa, desarrollo económico y ambiental soberano y sostenible, con desarrollo social, con transparencia y eficiencia en la gestión.

*Periodista y militante del Movimiento Nueva Izquierda

jueves, 23 de septiembre de 2010

Se afirma la candidatura de la gente


La derecha aterrada en la última fase de la campaña municipal

Por Luis Gárate
23-09-10

Nos encontramos a pocos días del cierre de la campaña electoral municipal, y la guerra sucia crece en la misma medida que las encuestas muestran que la candidata SusanaVillarán ha superado por varios puntos a Lourdes Flores.

Como era de esperarse, la derecha peruana ha recurrido a todo tipo de métodos para tratar de evitar que una alternativa progresista pueda ganar en Lima. Han buscado ideologizar la campaña, y endilgarle a Villarán su alianza con los “extremistas” de Patria Roja, cuando en la realidad lo que existe es una alianza política con el Movimiento Nueva Izquierda, del que el Partido Comunista del Perú- Patria Roja es parte.

Esta campaña sucia comenzó cuando Lourdes Flores señaló que las ideas “trasnochadas” de Patria Roja gobernarían Lima, que se le daría “el manejo de la educación al SUTEP”. Hace poco la campaña se ha expresado en la masiva difusión de volantes apócrifos que buscan mostrar que los “radicales” comunistas de Patria Roja buscan apoderarse por la Municipalidad de Lima a partir de su apoyo a la “camarada” Villarán.

Otro burdo intento de macartsimo y de intolerancia que, como han señalado analistas serios como Santiago Pedraglio, olvidan que los comunistas pueden ser parte de gobiernos democráticos y progresistas, como lo demuestran el caso de Lula en Brasil apoyado por el PCdoB, de Pepe Mujica con el Frente Amplio apoyado por el PC Uruguayo o de la Concertación en Chile con respaldo del PC de Chile. Asimismo los voceros del MNI han aclarado con firmeza, que la alianza no es por puestos o cuotas, sino por un programa.

Es el MNI, como frente político, es el que participa en la alianza con Fuerza Social y otras fuerzas políticas. En ese espacio se integran todos los izquierdistas, los comunistas, los socialistas y sectores democráticos que buscan un cambio y tienen un punto de encuentro a partir de un programa concreto para la ciudad de lima. Debemos estar atentos, pues la estrategia de algunos es abrir una cuña para poner a los izquierdistas y a los comunistas como la parte oscura y prescindible de esta confluencia.

Asimismo otra reciente acusación es que el “humalismo” estaría apoyando a Villarán, todo porque en una reciente convención nacionalista las bases de Lima decidieron brindar su apoyo a la candidata de Fuerza Social. Esto no necesariamente compromete a Ollanta Humala, quien se expresó de acuerdo con la decisión de sus bases pero no ha expresado que exista una alianza de algún tipo.

Lo que revela esta estrategia es que Lourdes Flores está desesperada. Lo está por el cúmulo de errores que ha y que sigue cometiendo en su campaña, su burda estrategia de trazar “líneas divisorias” entre la "decencia y la corrupción", entre el “progreso y el retroceso” no hacen sino reveler su desesperación. A esto se aúna la emisión de unos audios donde se revela sus peligrosas conversaciones con el lobista Remigio Moráles Bermúdez con empresas extranjeras en materia de servicios de saneamiento y transporte. Los audios posteriores más bien nos muestran su interés de cambiar las cifras de la encuestadora Apoyo que reafirman la subida de Susana Villarán. Luego escuchamos con estupor su desmesurada reacción señalando que la carrera municipal “le importaba poco”, que era “una porquería” y que podían “meterse al poto” la alcaldía de Lima.

Para Flores y algunos sus analistas amigos estas declaraciones altisonantes iban a “humanizarla” y hasta sumarle votos, sin embargo las encuestas del último domingo revelaron que su tendencia a la baja se mantenía, y hasta le daban una brecha de entre 10 y 15 puntos a favor de Villarán.

Las puyas más recientes buscan desacreditar las propuestas de Fuerza social. La derecha y sus medios señalan que Susana buscaría cerrar o en el peor de los casos “estatizar” los hospitales de la Solidaridad. También la misma Lourdes Flores ha señalado que Villarán pretende “cerrar” el Programa del vaso de leche. Ambas cosas son totalmente falsas, pues hemos señalado con claridad que de lo que se trata es corregir lo malo, es decir, al igual que la propuesta de Unidad Nacional, es integrar a los Hospitales de la Solidaridad a las redes públicas para que existan historias médicas (que en los HS no existen) integradas e incluso se ha hablado de que las boticas solidarias vendan medicamentos genéricos para abaratar su acceso. En el caso de los programas sociales municipales se ha planteado un programa piloto de bonos alimentarios de 100 soles que se iniciará en el cercado de Lima y que de ninguna manera impedirá la entrega del vaso de leche, lo que se busca es complementar de mejor manera los programas.

A la campaña del miedo se han sumado el actual alcalde de Lima y aliado del PPC, Luis Castañeda, que se alista para las lides presidenciales, señalando que no pueden hacerse “propuestas inviables”, en clara alusión a Villarán. También Alan García y sus acólitos, desde su aprismo neoliberal, no han tardado en señalar que los mercados estarían asustados por la posibilidad que propuestas de izquierda asuman niveles de gobierno.

Por otra lado debemos señalar que si bien la figura de Susana está calando cada vez más en la gente, las campañas distritales de Fuerza Social no han despegado, lo que nos revelería una dinámica muy particular donde muchas candidaturas que van a la reelección se sustentan en la lógica odriista, que es ahora la máxima de Castañeda, de los “hechos y no palabras”. Se ufanan de algunas grandes obras desplegadas y están invirtiendo buenas sumas de dinero, donde no podemos descartar grandes flujos de corrupción. Ante esta situación, la necesidad de fortalecer la presencia de Susana con los candidatos distritales es esencial, y reforzar el proceso de capacitación de personeros en los distritos que resguarden el voto es un imperativo.

Estamos seguros que la guerra sucia y el barro con ventilador seguirán, mientras crezca la adhesión ciudadana a la candidatura austera y alternativa de FS, y por oto lado vaya en aumento la desesperación de la millonaria maquinaria que acompaña a Lourdes y sus amigos con sus carteles, spots radiales, televisivos y con sus burdas estrategias de campañas de miedo y desprestigio.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Mamita ¡los rojos otra vez!


El viejo cuco comunista en las elecciones…algunas preguntas y respuestas

Por Luis Gárate

03-09-10


Los grupos de poder, la derecha y sus líderes de opinión están desesperados ante la vertiginosa subida en las preferencias ciudadanas de la candidatura progresista y unitaria que encabeza Susana Villarán para la alcaldía de Lima. Se desesperan pues mientras ellos gastan cientos de miles, la campaña austera de Susana sigue calando en la gente.


Buscan con sus portadas y sus “denuncias de investigación” destruir la imagen de la candidata, y en especial enfilan sus ataques a un grupo aliado de la candidata Villarán en especial, el Movimiento Nueva Izquierda.


Patria Roja y el MNI ¿qué son? Es necesario dejar en claro que el MNI es un frente político y electoral, impulsado por el Partido Comunista del Perú -Patria Roja, junto a otros colectivos y ciudadanos que coinciden en un programa amplio y de izquierda por refundar el país, por construir una democracia participativa con un Estado soberano sobre sus recursos naturales.


Patria Roja es el nombre del periódico oficial y la web del PC del P. Como partido comunista reivindica las mejores ideas de Marx y Lenin, las que nos hablan de construir una sociedad justa y solidaria; la idea de la revolución no como muerte, sino como una idea de cambio de raíz, que en muchos casos implica enfrentar con firmeza a las fuerzas tradicionales que se oponen con violencia a los cambios a favor de los oprimidos. Reconoce la lucha de clases como un hecho de la realidad, y por eso plantea representar a las clases oprimidas, al pueblo y los trabajadores. No es hipócrita, como Lourdes y el PPC, que dicen representar a todos, pero como todos saben representan a los más poderosos.


¿Patria Roja y el MNI creen en la democracia? Saquemos cuentas. Patria Roja tuvo, como gran parte de la izquierda, una mirada muy crítica de las dictaduras militares y un escepticismo de la supuesta democracia donde gobernaban las oligarquías excluyentes, en medio del gamonalismo y la exclusión de millones de peruanos.


Pero desde los años 80 entendió que la mejor forma de acceder a ser gobierno es a través de los procesos electorales. Fue así que participó en 1980 a través del UNIR con la candidatura presidencial del histórico fundador del SUTEP, el profesor Horacio Zeballos. Luego fue impulsor del frente Izquierda Unida, que permitió que miles de peruanos humildes, trabajadores, intelectuales, pobladores, mujeres de base y universitarios puedan participar en política activa, desde los gobiernos locales y llegando a una de las gestiones más limpias y democráticas que haya tenido Lima, la de Alfonso Barrantes Lingán “Frejolito”.


Recordemos que PR y el MNI, creado en los 90, estuvieron en la primera fila para luchar contra la dictadura corrupta de Fujimori y Montesinos, justamente para recuperar la democracia.


¿Patria Roja y el MNI son terroristas? Terrorismo implica usar métodos que infundan terror en la población para conseguir fines políticos. Patria Roja desde su origen en los 60 enfrentó a Sendero y al MRTA, y confrontó siempre con la visión dogmática y acciones genocidas de este grupo, a tal punto que perdió a varios militantes a manos del grupo de Abimael Guzmán, como el maestro Ledgar Muñoz o el joven Guyen Ilares.


Patria Roja participa además activamente de las luchas sociales del pueblo. Por eso es acusada, como muchos otros grupos, de “agitador” y “extremista”. Está presente con los campesinos que defienden sus tierras de los abusos de algunas mineras, de los trabajadores que piden mejoras, de los maestros que quieren cambios en la educación, de los ciudadanos que quieren más tolerancia de ideas, que se oponen a las guerras y piden una mejor calidad de vida. PR condena, de esta manera, los métodos terroristas, vengan de grupos armados como de los Estados.


¿Patria Roja y el MNI defienden a Cuba y Venezuela? Sí, porque creen con firmeza en los mejores aportes de estos procesos socialistas, así como el de Lula en Brasil y Evo en Bolivia, que buscan el bienestar de las mayorías, que dan salud y educación de calidad a las mayorías, que buscan la participación de los trabajadores en la economía y otorgan altos niveles de la población organizada en el control de la gestión pública.


¿El SUTEP es una traba para la educación? Muchos profesores comunistas participan en la dirección del sindicato magisterial, pero ¿quién es el responsable de la crisis de la educación, los maestros o el Estado? ¿Quién es responsable que unos pocos reciban una educación elitista y las mayorías tengan una educación pública deficiente? No hay que perder el origen del problema, asumiendo que también los maestros deben ser parte de la solución, pero no solos.


Paria Roja, y ahora el MNI, han cometido errores, sin duda. Como toda organización compuesta por seres humanos y más aún que se juega por la política activa y en las luchas sociales. Hubo lecturas y prácticas dogmáticas y sectarias. Hubo personajes que se aprovecharon de la organización. Los hubo. Patria Roja lo reconoce y busca por eso rectificar y renovarse.


Los comunistas y los izquierdistas tienen derecho a participar en política, a plantear una renovación de la misma con sus viejos y sus nuevos cuadros y líderes. Los que se llaman demócratas, los neoliberales y conservadores, los fujimoristas reciclados, piden ahora persecución y condena pública. Los comunistas e izquierdistas peruanos piden seguir aportando ideas y propuestas para un Perú más justo y democrático. Ahora se han puesto de acuerdo en una propuesta progresista junto a Susana Villarán de Fuerza Social, el movimiento Tierra y Libertad y Lima para todos. Que se debata entonces con altura y con propuestas en esta coyuntura.

jueves, 12 de agosto de 2010

¿Cómo sería una Lima progre?


Por Luis Gárate
12-08-10

Resulta fácil darse cuenta que en las campañas de hoy casi ni se discuten los planes de gobierno y las orientaciones ideológicas de los candidatos. La política cada vez más es de caras y figuras, más que partidos y doctrinas, lo que lleva a pensar a muchos que no existen grandes diferencias entre las propuestas políticas.

La pregunta que muchos se harán entonces es ¿cuál es la diferencia que existe entre las candidaturas de Lourdes Flores, Alex Kouri, Humberto Lay, Fernando Andrade y la de Susana Villarán? Por mencionar a las más sonadas.

Las candidaturas de Flores, Kouri, Andrade y Lay parecen tener más elementos en común, en relación a la de Susana Villarán. No pretendemos decir que Villarán represente una suerte de candidatura incuestionable, pero si es necesario distinguir las notables diferencias de enfoque que puede haber sobre el manejo de los asuntos públicos y en especial sobre la gestión de la ciudad.

Hay muchos temas en los que podemos ver las diferencias. El tema de la corrupción y la transparencia es un tema clave. Las serias denuncias que pesan contra personajes como Kouri, Lourdes y Castañeda nos muestran la manera en que estos personajes manejan sus asuntos privados y la cosa pública.

El tratamiento de la desigualdad y la pobreza es de gran importancia. Si bien Lima parece concentrar el crecimiento económico del país cuando vemos los nuevos edificios y negocios, los niveles de desigualdad y de pobreza siguen siendo elevados. Por ejemplo en Lima se concentra un 60 por ciento de casos de TBC a nivel nacional, es decir unos 33 mil casos anuales. Un claro síntoma de problemas de pobreza y hacinamiento.

La inseguridad es alarmante. La solución no será poner más perros rottweiler y serenos en cada esquina. La seguridad parte desde la prevención familiar y el control vecinal, coordinando claro con una policía metropolitana fortalecida y estimulada. Asimismo haciendo efectiva la propuesta de devolverle a la ciudad con labores comunales para las penas menores.

Enfrentar la violencia es también enfrentar la violencia familiar y, en especial, la violencia contra la mujer. Una Lima progre también haría efectivos los Planes de Igualdad de Oportunidades para promover la equidad de género.

Se deben realizar obras y políticas públicas. Por supuesto. Es necesario avanzar en mejorar el transporte público, en la infraestructura y equipamientos urbanos, es decir vías adecuadas y mantenidas, veredas, áreas verdes, espacios públicos de recreación y cultura para las familias y los jóvenes. Lo principal de una gestión progre es anteponer lo público ante lo privado. No es que todo deba ser público, sino que la municipalidad defienda al vecino antes que a las grandes empresas. Lo público es que Lima asuma su rol de autoridad y sus funciones especiales de región, que por ejemplo implica los temas de salud, educación, acceso al suelo y la vivienda.

No se trata de idealizar a la izquierda, pues no está exenta de cometer errores, y de caer en excesos y hasta en actos de corrupción. La única y principal garantía de un gobierno progresista y de izquierda es que aliente elevados niveles de participación y control de los vecinos, que no solo deben ser escuchados a través de propuestas como la Defensoría del vecino, sino tener la oportunidad de vigilar y fiscalizar la gestión. Por eso es muy importante poner en funcionamiento la Asamblea Metropolitana de Lima, espacio que existe por ley, pero de ser efectiva debería reunir a la autoridad municipal, a los alcaldes distritales y a los representantes de la sociedad civil organizada.

Estos son algunos de los principales rasgos de lo que sería una Lima progre. Mientras vivamos en medio de la indiferencia y la tolerancia a la corrupción, y mientras las fuerzas progresistas y de izquierda no regresen a hacer un trabajo educativo cotidiano, del día a día junto a los ciudadanos de a pie, no podremos generar los cambios de fondo a los que aspiramos. Pero hemos dado un buen comienzo, con la conformación de una lista de confluencia entre los partidos Fuerza Social, Movimiento Nueva Izquierda, Tierra y Libertad y Lima para todos con la candidatura de Susana Villarán a la alcaldía, que ofrece una garantía de tener como eje de gestión la transparencia, y que estará asegurada por la voluntad política y más aún, cuando decidamos involucrarnos en los asuntos públicos, los que nos afectan a todas y a todos.